sábado, 8 de febrero de 2014

American Beauty

"Me llamo Lester Burnham. Este es mi barrio. Esta es mi calle. Esta es mi vida. Tengo 42 años. En menos de un año habré muerto. Claro que eso no lo sé aún. Y, en cierto modo, ya estoy muerto. Aquí me tienen, cascándomela en la ducha. Para mí, el mejor momento del día; a partir de aquí todo va a peor. Esta es mi esposa, Carolyn. ¿Se han fijado que el mango de las tijeras de podar hacen juego con sus zuecos? No es por casualidad... Dios solo con verla me agoto. No siempre ha sido así, antes era feliz; éramos felices. Mi hija Jane. Hija única. Jane es la típica adolescente malhumorada, insegura, confusa. Me gustaría decirle que se le pasará, pero no quiero mentirle. Tanto mi mujer como mi hija piensan que soy un gran perdedor, y tienen razón, he perdido algo. No estoy muy seguro de lo que es, pero sé que no siempre me he sentido tan apático. Pero, ¿saben una cosa? Nunca es tarde para recuperarse."




Así empieza una de las grandes películas americanas. American Beauty es una película dramática de 1999 protagonizada por el gran Kevin Spacey, uno de mis actores favoritos.Fue dirigida por Sam Mendes (con el guión de Alan Ball) y caben destacar también las actuaciones de Annette Bening, Chris Cooper y West Bendley. 


Para que os hagáis una idea de lo grande que fue esta peli os diré que obtuvo los siguientes premios: 5 premios Óscar (a mejor película, mejor actor, mejor director, mejor guión original y mejor fotografía), 6 premios BAFTA (a mejor película, mejor actor, mejor actriz, mejor música, mejor fotografía y mejor montaje), 3 Globos de Oro (a mejor película dramática, mejor actor y mejor guión), 3 premios del Sindicato de Actores (a mejor reparto, mejor actor y mejor actriz) y otros 6 premios secundarios más. A parte de todos estos premios obtuvo un total de 22 nominaciones sin premio. Eso nos da un total de 45 nominaciones y 23 premios. Cabe mencionar también que, excepto en los Globos de Oro, Kevin Spacey fue elegido mejor actor.









A parte de ganarlo todo o casi todo, esta película lleva un mensaje muy importante grabado dentro. Cuenta la historia de una familia convencional estadounidense, atascada después de tanto tiempo de matrimonio. La madre es Annette Bening y el padre Kevin Spacey. Tanto la madre como la hija consideran al cabeza de familia un completo fracasado. Esto se mantiene así hasta que Kevin Spacey se enamora de una amiga de su hija de 16 años y cambia totalmente su estilo de vida. Empieza a cuidarse, deja el trabajo, le planta cara a su mujer y a su hija,... 

Mientras tanto, su hija empieza a salir con un vecino un tanto peculiar. Y se mete en la película un personaje que, a pesar de interpretar un rol totalmente repugnante, lo hace a la perfección. Uno de mis favoritos. Ese personaje es Chris Cooper, que interpreta el papel de un ex-militar homófobo y muy violento.
A partir de ahí se desenvuelve el grueso de la historia y no quiero desvelar nada más.

Hablemos ahora de Kevin Spacey. Las dos películas que vi de este actor me encantaron. Otra semana hablaré de la otra, hoy me centraré en esta. En esta película, Kevin Spacey asume el rol de una persona amargada y que no sabe ya ni para que vive. Lo mágico de esta película es ver la transformación de la personalidad de este personaje, algo que no se suele ver. Los personajes son o planos o redondos, pero en esta película Kevin Spacey pasa de ser a un personaje prácticamente plano a uno totalmente redondo. Lo curioso es que esta transformación se lleva a cabo simplemente dejando de lado los lastres en su vida que le impedían progresar (mujer e hija). Es también muy interesante como se transforma la confianza de este personaje, que pasa de ser una persona muy antisocial a convertirse en alguien seguro de sí mismo, muy seguro de sí mismo.

El modo de actuar de este personaje es un modo de actuar que se podría llevar a la vida real con magníficos resultados. Está repleto de optimismo, perseverancia y mejora.
Después de todo esto, el papel del personaje se perfila como algo bastante complicado, sin embargo Kevin Spacey lo interpreta de una forma magnífica y no deja ninguna pega en su interpretación (bien lo demuestran los premios que recibió).

Por último, el final. Es agónico, impactante, inesperado y muy bien pensado. Uno de los mejores que he visto.


Ahí os lo dejo, espero que os animéis y la veáis, una gran película.



"Siempre había oído que toda tu vida pasa ante a tus ojos el segundo antes de morir. Para empezar, ese segundo no es un segundo en absoluto, se hace algo inmenso, como un océano de tiempo. En mi caso aparecía yo tumbado boca arriba en el campamento de los boy scouts mirando estrellas fugaces y las hojas amarillas de los arces que franqueaban nuestra calle; o las manos de mi abuela y su marchita piel, que parecía papel; y la primera vez que contemple el nuevo Firebird de mi primo Tony; y Jane. Y Jane... Y Carolyn. Supongo que podría estar bastante cabreado por lo que me pasó, pero cuesta seguir enfadado cuando hay tanta belleza en el mundo. A veces siento como si la contemplase toda a la vez, y me abruma, mi corazón se hincha como un globo que esta a punto de estallar. Pero recuerdo que debo relajarme, y no aferrarme demasiado a ella, y entonces fluye a través de mi como la lluvia, y no siento otra cosa que gratitud por cada instante de mi estúpida e insignificante vida. No tienen ni idea de lo que les hablo, seguro, pero no se preocupen: algún día la tendrán".



"Es genial comprobar que todavía tienes la capacidad de sorprenderte a ti mismo."

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