domingo, 16 de marzo de 2014

Si los muertos hablasen... 7

SI LOS MUERTOS HABLASEN...

CAPÍTULO 7

ORGANIZACIÓN



- Entonces, ¿qué debemos hacer? -dijo Jay.

- Buscar al culpable, obviamente -respondió Adolf.

- ¿Pero cómo vamos a saber quién es el culpable? -dijo John.

- Tiene que ser uno de nosotros -sentenció Jay.

- Yo creo que no -intervino Alex-. ¿Qué estábamos buscando? El cadáver. Y si el cadáver se movió es que estaba vivo, ¿no? John, ¿es posible simular la muerte de algún?

- Sí, claro. Hay diversos compuestos que pueden hacer reducir tus pulsaciones hasta que parezca que estas no existen. 

- Si eso es así, ¿sería tan extraño que este hombre fuera un asesino que quería ver muerto a Richard y que se aprovechó de nosotros para llegar a su casa y matarlo?

Todo el mundo se calló. Era una idea muy enrevesada, pero nadie quería sopesar la otra posibilidad de que uno de ellos fuera un asesino.

- ¿Y qué propones? -preguntó Adolf.

- Encontrarlo y apresarlo.

- Si ese hombre ha matado a Richard, ¿qué te hace creer que no matará a uno de nosotros? -preguntó Jay.

- Mató a Richard estando este último sólo y desprevenido. Si nosotros no nos dividimos y estamos alerta, es imposible que nos pueda matar.

-¿Y si está oyendo esto y escapa? -dijo John- No sería tan difícil, a fin de cuentas. Si los 4 nos alejamos del recibidor, escapar de aquí sería tan díficil como andar hasta la puerta y abrirla.

- Tienes razón... Lo más sensato sería dividirnos en grupos de dos. Que un grupo se quede en  el recibidor y vigile el patio por si ve salir a alguien por la ventana. El otro grupo debería hacer una búsqueda por toda la casa.

Todos asintieron. 

- ¿Y cómo dividimos los grupos? -pregunta Jay.

- Eso es sencillo -dijo Adolf-. Cogeremos cuatro palillos y cortaremos uno de ellos a la mitad. Luego los igualaremos y yo los cogeré en mi mano. Cada uno escogerá un palillo y yo me quedaré con el que sobra. Los dos con el palillo largo irán en el mismo grupo y los dos con el palillo corto, lo mismo. Los que tengan el palillo largo se van a inspeccionar la casa y los que tengan el palillo corto se quedan a vigilar las salidas.

Todos asintieron y Adolf procedió a preparar todo. Partió un palillo a la mitad y cogió las dos mitades y otros dos palillos enteros. Agarró todos con la mano, los igualó y los hizo girar para que nadie supiera donde estaba cada palillo. 
Luego, Alex se acercó y cogió uno. Sacó un palillo largo. 
El siguiente fue John y cogió un palillo corto. Luego Jay cogió otro palillo corto.
El palillo sobrante correspondía a Adolf y lo emparejaba con Alex.
De este modo, Alex y Adolf dejaron a Jay y John en el recibidor al tiempo que se encaminaban a buscar la otra forma de vida de la mansión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario